jueves, 7 de febrero de 2013

Aproximación a la Educación


sanchezglo_aproedu

Aproximación a la educación infantil: características e implicaciones educativas 1

Ignasi Vila (*)


Síntesis: En palabras del propio autor «…la educación infantil tiene tres actores: niños y niñas, familias y profesionales de la educación… La práctica en la educación infantil no se puede realizar al margen de la familia». Por ello, «la educación infantil (debe ser) una forma de apoyo social para (el mejoramiento de) las prácticas educativas familiares», teniendo en cuenta que «por si misma no elimina las diferencias socioculturales…, si bien ayuda a ello».
«La educación infantil… debe entenderse como un derecho —no como una obligación— que tiene toda la infancia a poder participar en situaciones educativas, distintas a la familiar, que sirvan para promover su desarrollo».
Estos son algunos de los principales elementos en los que se basa Ignasi Vila para sostener la tesis de que «… la naturaleza y las características de la educación infantil obligan a una práctica educativa innovadora, adaptada a los cambios sociales y, por tanto, fuente de cambios para el conjunto del sistema educativo».
SIntese: Em palavras do próprio autor «…a educação infantil tem três atores: crianças, famílias e profissionais da educação… A prática na educação infantil não se pode realizar à margem da família». Por isso, «a educação infantil (deve ser) uma forma de apoio social para (o melhoramento de) as práticas educativas familiares», tendo em conta que «por si mesma não elimina as diferenças sócio-culturais…, em realidade ajuda a isto».
«A educação infantil… deve entender-se como um direito —não como uma obrigação— que tem toda a infância em poder participar em situações educativas, distintas à familiar, que sirvam para promover o seu desenvolvimento».
Estes são alguns dos principais elementos nos que se baseia Ignasi Vila para suster a tese de que «… a natureza e as características da educação infantil obrigam a uma prática educativa inovadora, adaptada às mudanças sociais e, portanto, fonte de mudanças para o conjunto do sistema educativo».
(*) Ignasi Vila es profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Gerona, España.

1.Introducción

La educación infantil es una realidad imparable que se extiende como una mancha en el mundo occidental. En España 2, por ejemplo, la escolarización a partir de los 3 años alcanza a más del 80% de los niños, y en las grandes ciudades entre un 40% y un 50% de los de 2 años acude a algún servicio educativo (Vila, 1998). Varias son las razones. Por una parte, la modificación de las condiciones de vida —desaparición de la familia numerosa, incorporación masiva de la mujer al mundo laboral, concentración de la población en el mundo urbano y análogos— implica que el cuidado de la primera infancia debe hacerse de forma diferente a como se ha realizado tradicionalmente. Por otra, existe cada vez mayor conciencia social de la importancia de la educación, lo cual alcanza no sólo a las etapas obligatorias, sino también a las no obligatorias. Tal es el caso de la educación infantil, de forma que cada vez hay más familias que se sitúan ante este tramo educativo no sólo como una forma de cuidado infantil, sino como una expresión institucional que da satisfacción a sus necesidades educativas y a las de sus hijas o hijos.
En este artículo me propongo dos cosas. Primero, explicar las características de la educación infantil, su importancia y su necesidad, así como las funciones que cumple, y, segundo, mostrar que es una etapa educativa en la que la innovación está permanentemente presente tanto en su práctica como en las formas organizativas que adopta. De hecho, ambos aspectos están íntimamente relacionados. La tesis central que pretendo defender indica que la naturaleza y las características de la educación infantil obligan a una práctica educativa innovadora, adaptada a los cambios sociales y, por tanto, fuente de cambios para el conjunto del sistema educativo.

2. La educación infantil: ¿derecho o necesidad?

La conceptualización de las prácticas educativas como contextos de desarrollo (Bronfenbrenner, 1987, Coll, 1988, Solé, 1997, Vila, 1998) tiene una gran importancia en la educación infantil. Es cierto que su extensión, especialmente para los niños y niñas más pequeños, tuvo un carácter asistencial y, de hecho, todavía existen 3 y se reivindican formas de atención a la primera infancia que priman este tipo de aspectos en detrimento de otros en los que la intencionalidad educativa está presente. Sin embargo, una concepción de la educación que no se limita a la instrucción sino que la entiende como la fuente más importante del desarrollo infantil hace inútil esta discusión y, de la misma forma que se reivindican las prácticas educativas familiares, de lo que se trata es de hacer educación del cuidado infantil y, por tanto, a través de la asistencia o del juego, hacer explícitas intenciones educativas que promuevan las diferentes capacidades del ser humano. Es decir, independientemente de que en el nacimiento de la educación infantil primaran los aspectos asistenciales relativos al cuidado de las niñas y los niños, parece claro que hoy en día, sin olvidarlos, de lo que se trata es de desarrollar una práctica educativa intencional que se convierta en una fuente importante para el desarrollo infantil.
Las razones de esta posición son diversas. Así, en nuestras sociedades existe una clara tendencia a que la primera infancia necesite ser atendida fuera de la familia mientras sus padres trabajan. Eso significa que existen aspectos importantes del desarrollo infantil que se realizan en entornos diferentes al familiar y, por tanto, es necesario que estos entornos, en su organización y puesta en práctica, estén pensados para garantizar el desarrollo de manera armónica y acorde con las propias necesidades infantiles.
Además, sabemos también que el mundo actual determina para los niños y las niñas formas de vida muy distintas. Desde este punto de vista, la educación infantil no es un mal menor que deben soportar los niños y las niñas cuyos padres trabajan, sino un derecho que tienen para garantizar su existencia como infancia y para fomentar su desarrollo. Así, la educación infantil no es vista como una necesidad obligada para la infancia, sino como un derecho cuya puesta en práctica y cuya realización es conveniente para su desarrollo.

3. La educación infantil y la infancia de familias desfavorecidas

Ahora bien, junto con afirmar el derecho de toda la infancia a disfrutar de la educación infantil, aparece otro fenómeno de gran importancia. El origen de la educación infantil estuvo relacionado con el cuidado de los niños y niñas y, en consecuencia, con aquellas familias en las que el padre y la madre trabajaban y no tenían personas con las cuales dejar a sus hijos. Ciertamente, en algunos casos, había intenciones educativas explícitas —sobre todo a partir de los 4 años de edad—, pero las ideas que primaban sobre la educación en esas edades eran fundamentalmente asistenciales. Por eso, las niñas y niños que se han visto beneficiados de este tipo de servicios han sido generalmente los que provienen de familias socialmente favorecidas, lo cual conlleva problemas importantes 5.
El trabajo escolar tiene unas características propias —espacio, materiales, relaciones, actividades, etc.— que, a la vez, requieren también de una serie de habilidades específicas. Probablemente la característica más importante es que el conocimiento que provee lo hace casi exclusivamente al margen del contexto de la acción (Bruner, 1988). El aprendizaje escolar se distingue del aprendizaje «natural» en que se apoya en el lenguaje, en la narración, en el diálogo, etc., en ausencia de los acontecimientos o situaciones de los que se habla. Esta peculiaridad del «aprendizaje escolar» determina en parte su grandeza y su fracaso. Su grandeza porque permite desarrollos específicos, sobre todo en el ámbito de lo simbólico, imposibles de realizar de otra manera, pero, a la vez, su fracaso cuando no es capaz de promover las habilidades y las capacidades para poder actuar con símbolos al margen de la acción.


REPORTE

Desde mi punto de vista el autor nos habla que dentro de la educación hay 3 personas involucradas que son los maestros, el infante y la familia, creo que es muy importante que estos estén trabajando en conjunto debido a que este trabajo se hará mejor en conjunto y poniendo de su parte todos, nos habla de que la educación es una derecho no como obligación y creo que sí es importante que sea un derecho pero también tiene que ir en conjunto de una obligación estas dos deben ir de la mano.

este autor toma mucho puntos de vista que se me hacen muy importantes porque nos muestra la educació como debe de ser la educación, por lo tanto si estoy en acuerdo con el ya que me parece muy interesante su forma de mirar la educación.

La Educación no es un mal menor porque ahí  es donde esta el futuro de los infantes y si se les da la atención ahora se pueden solucionar y guiar a  los niños por el camino del bien y a que el niño actuará con valores y no habrá ausencia de valores y el niños será un apoyo para la familia ya que con la ayuda de valores tendrá conciencia de sus actos y más prejuicios, Ignasi es un autor que me llama mucho la atención por su forma de visualizar el problema de la educación desde varios aspectos que algunas veces yo ni siquiera me los imaginaba y me hace ver las cosas desde otro punto de vista por lo tanto esta lectura me deja mucho que aprender en cuanto a la educación y verlo desde varios ángulos que me parecen super importantes ya que me van a a servir a mi como interventora.

1 comentario:

  1. En tu análisis denotas conocer ya del panorama educativo de los niños de la educación Inicial, los valores crean identidad y como interventora tienes elementos para desarrollar Proyectos.

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